Comunicado de la Comisi�n Nacional de la Yama�a Isl�mica de Al-�ndalus Liga- Morisca sobre los sucesos ocurridos en El Ejido

Hace aproximadamente un a�o y medio, miembros de nuestra comunidad con ocasi�n de un viaje  a Melilla desde Almer�a, una vez hubo recorrido el barco la mitad del trayecto, divisaron una patera, haciendo los ocupantes de la misma se�ales ya que iban a la deriva. El Capit�n de la embarcaci�n, cambio el rumbo e intento aproximarse hasta la patera, con la sana intenci�n de socorr�rlos: m�s de veinticinco personas  api�adas en un bote de dimensiones  rid�culas. Dos de los magrebies prefirieron arrojarse al mar, antes de aceptar al auxilio que le ofrec�a la tripulaci�n, uno de ellos fue rescatado y el otro tras salvarse de ser destrozado por la h�lices de la embarcaci�n pudo ser salvado. En sus rostros se dibujaba la desesperaci�n y el miedo, con tanta intensidad que jam�s podremos olvidarlo.

En estos d�as pasados y en relaci�n con la reflexi�n que merecen los lamentables acontecimientos de El Ejido, hubiera sido deseable que esta experiencia que nos toc� vivir, la hubieran compartido otras muchas personas.

Vaya por delante que consideramos que el racismo es la condena y la degradaci�n injusta de una comunidad entera, por la actuaci�n de uno sus integrantes o en su caso por un n�mero no significativo. En este sentido es tan racista el ciudadano que piensa que la responsabilidad es de la poblaci�n magreb�, como el que descalifica a un pueblo entero, por la conducta de alguno de sus miembros, como es el caso de las informaciones que se han dado sobre El Ejido.

Abordar en estas l�neas el origen de determinados comportamientos xen�fobos, ser�a extenderse en exceso, sin embargo a nadie escapa que el desconocimiento, la ignorancia obligada hacia el “otro", es una fuente incesante de discordia en las sociedades, que culmina en m�s ocasiones de las deseadas en conflictos armados generalizados entre las poblaciones, basta con acudir a la historia reciente de naciones como Yugoslavia, en los casos de Bosnia y  K�sovo o  Rusia con Chechenia y as�  una lista interminable.

La Yama�a Isl�mica del Al- �ndalus desde su fundaci�n ha clamado por la necesidad de la recuperaci�n de una memoria hist�rica en nuestra tierra, como lo hicieron otras personalidades en su d�a;. Blas Infante, Padre de  la Patria Andaluza, seg�n  acuerdo del  Parlamento Andaluz de 3 de abril de 1983, lleg� a promover  la construcci�n de una Mezquita en Sevilla, con el prop�sito seg�n manifest�: "....de afirmar la libertad y pluralidad religiosas, elementos de s�ntesis de la Historia de Andaluc�a .”Tambi�n aprende el  �rabe y ejerce la docencia de esta lengua en los salones del propio Alc�zar de Sevilla y sostiene la tesis de que el “genio andaluz”supuso la creaci�n de un nuevo mundo isl�mico tolerante y libre.

Lamentablemente hoy, a�n humean las cuatro Mezquitas quemadas en la zona del poniente y el Sagrado Cor�n, sobre el que unos insensatos han llegado incluso orinarse. En  el Cor�n precisamente se nos dice: �...Hemos hecho de vosotros una comunidad de pueblos distintos, para que en vuestra diferencia os reconozc�is.�

La sociedad andaluza y almeriense debe de hacer un esfuerzo de comprensi�n y acercamiento a las otras culturas, lo que no comporta una tarea extraordinaria pues somos un pueblo que en su devenir hist�rico hemos congeniado con otras comunidades.

A su vez a los inmigrantes le es exigible este mismo esfuerzo, presidido por el respeto mutuo a la identidad �ltima de cada cultura.

Para emprender esta labor es necesaria, la colaboraci�n de los agentes pol�ticos y sociales, pues debemos reconocer nuestra responsabilidad sin paliativos en lo sucedido en el poniente  y la absoluta carencia de previsi�n para articular pol�ticas destinadas a la integraci�n, as� como una  deficiente planificaci�n en cuantos a la medidas relativas a la seguridad y el orden p�blico, en el m�s amplio sentido de la palabra.

La Yama�a Isl�mica de Al-�ndalus Liga- Morisca,  integrada en su gran mayor�a por andaluces de nacimiento, que han escogido el Islam como sistema de valores y de vida, quiere hacer un llamamiento a la sensatez, a la cordura y convivencia pac�fica entre los pueblos.

Queremos finalizar citando dos hadices del Profeta, Muhammad, las paz y las bendiciones sean con �l, en  el primero de ellos se nos recuerda : “Que todos los hombres son iguales como los dientes de un peine.”y en otro se nos advierte “Que todos los hombres son distintos como los dedos de una mano.”

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